Entradas

LAS 17 REGLAS DE TOLSTÓI PARA UNA BUENA VIDA

Imagen
  LAS 17 REGLAS DE TOLSTÓI PARA UNA BUENA VIDA (INCLUYENDO DESPERTARSE A LAS 5AM Y LIMITAR VISITAS A BURDELES) FILOSOFÍA POR:   JIMENA O.   - SEGUIR ESTAS REGLAS COMO POCOS, TOLSTÓI SIGNIFICA GRANDEZA. A LOS 18 AÑOS DE EDAD SE PLANTEÓ SEGUIR ESTAS REGLAS Cuando uno piensa en personajes de envergadura, hombres magnánimos y geniales, uno de los primeros que vienen a la mente es el conde León Tolstói. Este pensador ruso no sólo fue autor de dos de las novelas más populares en la historia de la literatura, sino que aportó innovadoras ideas a la política, a la religión y a la ecología (habiendo influido en Gandhi y en Luther King, entre otros) y en general llevó una vida única, llena de pasión y acontecimientos. A los 25 años, en 1853, Tolstói ya había escrito: "No he conocido a ningún hombre moralmente tan bueno como yo, o tan dispuesto a sacrificar todo por un ideal como yo". La voluntad y la prolijidad de Tolstói sin duda fueron enormes aunque, al parecer, no tanto su modestia.

Los 14 libros que Ernest Hemingway recomendó a un joven lector

Imagen
Para aprender a escribir o desarrollar el arte de escribir lo mejor que se pueda, lo mejor que se puede hacer, además de escribir, es leer. ¿Os imagináis que uno de tus escritores favoritos te recibe en su casa y elabora para ti un listado de libros que puden salvarte la vida? Esta es la historia real entre un joven aspirante a escritor y Hemingway. Ernest Hemingway La relación simbiótica entre los dos actos parece incuestionable. Y en ese sentido, uno de los gestos más generosos que un escritor puede ofrecer a quien quiere aprender el arte de las letras es hacer recomendaciones literarias, aquellas obras que el escritor considera que podrían ser de especial utilidad para el aprendiz de escritor. Cuando finalmente llegó a su destino, Samuelson encontró rápidamente la dirección del famoso escritor. Llamó a la puerta y vio una gran figura que emergía del interior. "¿Qué quieres?" Preguntó Hemingway y, sin dudarlo, el joven respondió: “Leí tu cuento 'One Trip Across' en

Leer a los clásicos nos hace más inteligentes

Imagen
 Por qué leer a los clásicos nos hace más inteligentes por Lola Josa / The Conversation   Jorisvo / ShutterstockHay que leer a los clásicos para pensar bien, no solo para usar bien la lengua. El pensar bien permite hablar y escribir con precisión, y aquel que domina una lengua posee el mayor poder, que no es otro que el de la creación de la realidad. Cuanto existe es posible por haber sido nombrado. Alonso Quijano lo sabía. Miguel de Cervantes nos describe al personaje pensativo, cavilando con detenimiento con qué palabras nombrar la realidad que le acompañará una vez convertido en don Quijote de la Mancha. Tras ese nuevo génesis, podrá aventurarse a ser un caballero andante fiado en su locura. Hay que leer a los clásicos para pensar bien, no solo para usar bien la lengua. El pensar bien permite hablar y escribir con precisión, y aquel que domina una lengua posee el mayor poder, que no es otro que el de la creación de la realidad. Somos lo que pensamos y la forma con que lo expresamos,

¿Qué es eso de la post verdad?

Imagen
 Por Marcelo Colussi * Así como una botella está medio vacía o medio llena, según el punto de vista, así comienza a entenderse esta nueva visión de la realidad. La verdad y la verdad dejan de ser un absoluto. siglos XV y XVI). Ambas, entonces, se construyen. Incluso las ciencias llamadas “exactas” hablan de una relatividad en juego. No hay verdades absolutas. La verdad es siempre histórica. Pero hoy, con el auge monumental de las nuevas tecnologías digitales, la misma noción de verdad cambia. No solo que la verdad es relativa: ¡ya no hay verdad! Las comunicaciones, uno de los ámbitos que más creció y sigue creciendo vertiginosamente entre todo el quehacer humano en estos últimos siglos, construye un mundo nuevo. El capitalismo, desde sus albores, es sinónimo de comunicaciones, desde la navegación a vela a los viajes espaciales, desde la imprenta de Gutenberg a las actuales redes sociales, desde el telégrafo a los teléfonos inteligentes. El capitalismo, que sale victorioso de la Guerra

Manuel del Cabral: Compadre Mon

Imagen
 A Manuel del Cabral en un aniversario mas de su productiva y fructífera existencia.   Compadre Mon es un épico y descriptivo poema de la dominicanidad  en su versión folclórica y costumbrista de la sociedad dominicana a principio del siglo XX. Compadre Mon es para Manuel del Cabral lo que es para Pedro Mir hay un país en el mundo.  Sendos poemas consagraron a ambos poetas como la expresión de dignos representantes de una corriente literaria propia  de la realidad social, cultural y política que rompía con un pasado  literario donde lo social y político, en cierta medida estaba prácticamente ausente en el costumbrismos literario. Juan Bosch,  es por igual representante de este nuevo rol social de la literatura a principios  del siglo XX. [Carta a] Compadre Mon Tanto he pisado esta tierra, que es ella la que anda ya. Compadre Mon. Por una de tus venas me iré Cibao adentro. Y lo sabrá el barbero, aquel que los domingos te podaba las barbas como quien poda un árbol de la patria. Y también

Apuntes sobre el arte de escribir cuentos

  Juan Bosch: Apuntes sobre el arte de escribir cuentos   (1960) Cuentos escritos en el exilio y apuntes sobre el arte de escribir cuentos (Santo Domingo: Editorial Librería Dominicana, (Colección Pensamiento Dominicano, 23, 1962, 255 pags.): Teoría del cuento. Tres ensayos (Mérida, Venezuela: Universidad de los Andes, 1967, 29 págs.) I Originalmente publicado, como “El tema en el cuento”, en   Revista Shell   [Caracas, Venezuela], Año   IX , Núm. 37 (diciembre de 1960), págs. 44-49.        El cuento es   un género antiquísimo, que a través de los siglos ha tenido y mantenido el favor público. Su influencia en el desarrollo de la sensibilidad general puede ser muy grande, y por tal razón el cuentista debe sentirse responsable e lo que escribe, como si fuera un maestro de emociones o de ideas.       Lo primero que debe aclarar una persona que se inclina a escribir cuentos es la intensidad de su vocación. Nadie que no tenga vocación de cuentista puede llegar a escribir buenos cuentos.  L