Después de la tormenta
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Hola buenos días hermanos, amigos y familiares.
Hola buenos días hermanos, amigos y familiares.
Dice la Organización Mundial de la salud que estemos mosca con el covid-19 que esta por regresar y ahora con una variante que podría ser mas temerosa...
Esto lo escribimos va hacer algo mas de dos años cuando salimos airoso del temible covid-19
La Tormenta
Mario Benedetti
Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
que lo jamás conseguido
seremos más generosos
y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
Hoy en este día glorioso 27 de noviembre del 2020 damos gracias al padre amado, al Dios grande y misericordioso por devolvernos a la vida sano y salvo.
Gracias por igual a los amigos y familiares que nos apoyaron espiritualmente con sus oraciones y solidaridad en el momento más crítico de mi existencia.
Hace un tiempecito atrás sentí síntomas gripales. Lo considere algo sin importancia. Para mala suerte, mi sistema inmunológico fue vulnerado por el maligno e inoportuno virus COVID-19. No tuvo complacencia, nos dio en la madre. Por tres semanas consecutivas no dio tregua. No nos dio ni un segundo de sosiego, nos arrinconó, nos aisló y sufrimos mucho por los ausentes... en algún momento, a mi pesar, pensé que había llegado la hora de emprender el camino del que nunca se regresa. Hoy damos gracias a Dios por darnos de nuevo la salud y con ello la tranquilidad y la paz a mi alma. Vuelven las lecturas, los apetitos de los platos favoritos, volver a los compromisos.
Es hora de empezar de nuevo y ver la vida con más sentido de humanidad.
Hoy, después de esta prueba que hemos pasado, me llegan a la memoria unos versos de uno de los grandes poetas universales de la lengua española: Mario Benedetti, después de la tormenta
Mario Benedetti
Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
que lo jamás conseguido
seremos más generosos
y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
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