ORIGEN DE LA PALABRA HÉROE
De La palabra del día, por Ricardo Soca
Aquiles en la guerra de Troya
Hoy llamamos héroe al personaje abnegado que se sacrifica en pro de una causa, o a la persona ilustre que se distingue por sus hazañas y virtudes. Hay héroes también en los relatos de ficción, son los protagonistas de las narraciones, tanto en literatura, como en teatro o cine.
En la mitología grecorromana, eran los hijos de un dios o de una diosa con un mortal, como Eneas, hijo del príncipe Anquises y de Venus Afrodita; o Aquiles, que era hijo de Peleo y de nereida Tetis. La palabra nos llegó desde el latín heros, -ōis, y este del griego. ἥρως (heros); la forma femenina se originó en el griego ἡρωΐνη (heroïne).
En la épica de Homero, los héroes se destacaban por sus luchas entre ellos y con los mortales; el héroe era un personaje ideal que reunía las dos grandes virtudes o άρετάς (aretás): 1) la άρετή (areté) espiritual (serenidad, coraje y generosidad) y 2) la areté corporal (salud, fuerza y belleza).
Más tarde, la palabra se adoptó para calificar al guerrero intrépido, capaz de grandes hazañas y finalmente para denominar al protagonista de obras de ficción.
Hoy en día las cosas han cambiado. Los héroes del siglo XXI son más bien los jugadores de fútbol —seguidos por miles de personas en los estadios y por millones en la televisión—, los actores y actrices de cine, y algunos líderes políticos. O los superhéroes, personajes de ficción de poderes sobrenaturales, divulgados por las tiras cómicas y la televisión.
De La palabra del día, por Ricardo Soca
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