Inteligencia, emociones y voluntad
Excelentes niveles de éxito o progreso social A nuestro alrededor encontramos abundantes biografías y ejemplos de personas que han alcanzado unos excelentes niveles de éxito o progreso social en sus vidas y que, a pesar de ello, han tenido una existencia amarga y desdichada. La felicidad y la agradable sensación de vivir o haber vivido una vida bien lograda requieren más que éxito o prestigio; son el resultado de una conjunción armónica entre el progreso social y el progreso individual, que se retroalimentan formando un círculo virtuoso en el que mejoramos para dar y damos para mejorar. Todos los seres humanos llegamos al mundo con tres recursos personales de inestimable valor –inteligencia, emociones y voluntad– que vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida; los logros que alcancemos como individuos y como seres sociales dependen de nuestra capacidad para gestionar esos tres recursos. En la medida en que cada persona es la única dueña de su propia vida, el reto de con